Indicada en superficies afectadas por contaminación o suciedad, especialmente en entornos donde no se puede hacer polvo o zonas de difícil acceso.
Este tipo de limpieza consiste en la proyección de partículas de hielo seco (CO₂ sólido). Estas partículas salen a una temperatura de -78 °C, en el momento del impacto provoca un choque térmico que separa la suciedad de la zona tratada.
Las ventajas de este tratamiento son que es una limpieza muy poco abrasiva y no daña en ningún caso la superficie tratada ni nada de lo que la rodee, no hace polvo y no deja ningún tipo de residuo como disolventes ni ningún otro producto contaminado por el medio ambiente ya que en el momento del impacto se evapora sin dar tiempo a mojarse la zona tratada. También permite que se pueda trabajar con normalidad en torno a la zona donde se está proyectando.